¿Qué es el síndrome de las piernas cansadas?
Una vida moderna se dice… Del trabajo a casa, el cuidado de los niños, las compras, el gimnasio, los amigos… ¡qué estrés! Demasiadas horas de pie o demasiadas sentado, los años, la mala alimentación, … todos factores perjudiciales que pueden desembocar en la conocida patología llamada como piernas cansadas.
Un síndrome vascular que tiene su origen en un retorno venoso anómalo de la sangre que dificulta la circulación. Como resultado se pueden producir estancamientos que acabarían filtrándose en los tejidos.
Entre las sensaciones más repetidas a nivel de diagnóstico los pacientes destacan:
- Sensación de pesadez y cansancio
- Hormigueo
- Inflamación periférica
- Hinchazón y edemas
- Calambres
- Picor y agujetas
- Parestesia nocturna (sensación de piernas dormidas durante la noche)
- Varices
Los numerosos estudios revelan que existen al menos ciertos condicionantes o causas que se relacionan directamente con este mal.
En primer lugar se trataría de la avanzada edad como causa determinante. A nivel estadístico, se desprende que el 60 % de las personas mayores de 65 presentan algún tipo de enfermedad venosa o circulatoria.
También se confirma la influencia de los componentes genéticos y hormonales. Las personas con tendencia a presentar un tejido conectivo más relajado, con facilidad para estirarse o aflojarse en extremo, sufren más de este mal de piernas cansadas.
Por último, junto a la mala alimentación y el estilo de vida sedentario, ya sea por razones de trabajo o por falta de ejercicio físico, aumentan la probabilidad de sobrepeso, que no va a mejorar si, además, pasamos muchas horas de pie o sentados. Para prevenir los desajustes circulatorios y favorecer la normal circulación de la sangre hay que mejorar nuestros hábitos y dotarlos de ciertas prácticas saludables.
Empezaremos por comer bien, tomarnos nuestro tiempo para planificar una dieta rica en fibra, libre de grasa, de azúcares y de alcohol. Es fundamental beber mucha agua para mantener la hidratación y el uso de cremas hidratantes, activadoras de la circulación, son de gran utilidad para mantener un nivel alto de hidratación. Además, evitar el calor excesivo en las piernas, aplicar baños de agua fría o elevarlas en alto, ayuda a relajar los músculos y son también son prácticas que facilitan la circulación venosa.
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